¿Por qué si dos personas provienen del mismo barrio, van al mismo colegio y tienen las mismas oportunidades, uno elige la delincuencia y otro ingresa a la universidad? Esta es una de las preguntas que se quiere resolver en Medellín a partir de la recolección y análisis de datos para identificar tendencias del delito y prevenirlo a largo plazo.
Este ejercicio de big data posibilitará ir más allá de quién, a qué horas o dónde se cometió un crimen, a otras posibles causas relacionadas como si una persona estudia o no, si pasa más tiempo solo o con su familia o cuánto tiempo se demora en desplazarse desde su casa hasta el lugar de trabajo.
Más de 118 cabecillas y 2.600 integrantes de grupos organizados criminales han sido capturados en Medellín entre 2016 y 2018.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, solo dos tercios de los 60 observatorios de América Latina rastrean cuándo y dónde ocurren los asesinatos, y solo la mitad trata de determinar los motivos. Por ello, la necesidad de redefinir el enfoque de estudio del crimen y entenderlo como un problema multifacético en donde confluyen el desempleo, la pobreza, la desigualdad de ingresos, la falta de espacio público, el abuso de alcohol, la participación en pandillas, la baja autoestima, el acceso a la educación, los estigmas o las historias de abuso.
Una ciudad, un laboratorio
Con la creación en 2009 del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia, SISC, en Medellín se logró resolver un tema crítico: unificar en una sola entidad neutral los datos suministrados por la Policía, la Fiscalía y Medicina Legal para tener mayor precisión técnica, verídica y confiable de los hechos criminológicos.
Con los años, este sistema ha crecido, fortalecido y convertido en un actor clave para la toma de decisiones, la georreferenciación del delito, y la identificación y estudio de las estructuras criminales. Así, el SISC estudia cada una de las 33.000 cuadras de la ciudad y sabe cuáles son las modalidades de delito más comunes, en qué horarios se cometen y quiénes participan, lo cual prioriza acciones como la instalación de cámaras, el aumento de fuerza policial o la activación de inversiones sociales.
Estas capacidades permitieron que Medellín fuera una de las seis ciudades del país que se convirtieran en pioneras de CiuDATA Segura, un programa del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, en conjunto con la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT, para entender y abordar las dinámicas del crimen con análisis de datos tomados de sistemas de información y grupos focales.
Según Nathalie Alvarado, directora de Seguridad Ciudadana y Justicia del BID, “hoy en América Latina nos basamos para tratar los homicidios en cuántos ocurren por cada cien mil habitantes; pero la verdad es que hay diferentes variables por países, ciudades y barrios. La violencia no llega de la misma manera a todos los lugares y por eso un diagnóstico más acertado podrá entregar soluciones más precisas a las distintas problemáticas”.
Para la ejecución de CiuDATA Segura el BID destinó recursos no reembolsables por 400.000 dólares en Colombia, un logro que fue posible con el apoyo de la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana y la Alcaldía de Medellín para ejecutar esta experiencia de innovación creativa.
“La ciudad tiene que pasar del círculo vicioso del miedo y del terror al de la confianza. Crear una espiral virtuosa que de verdad les cierre los espacios a los delincuentes. Con este programa tendremos la capacidad de saber hacia dónde se mueve la criminalidad y contar con información cualitativa y cuantitativa de mucho valor para desarrollar políticas públicas más afines a la realidad”, explica el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Felipe Tobón.
Iniciativas como estas aportan también a la construcción de la paz, el respeto a los derechos humanos y la eficiencia gubernamental basada en el estado de derecho. “Pensar en desarrollo sostenible sin seguridad es perder un elemento esencial para garantizar el derecho de gozar de bienestar social”, explica Nathalie Alvarado.
CiuDATA Segura es, finalmente, un instrumento que ayudará a gestionar la seguridad para prevenir el crimen y darle tranquilidad y paz a los ciudadanos.
El crimen, un problema multifacético
Condiciones de vida
- Desventajas económicas
- Diversidad étnica
- Estabilidad residencial
Entorno urbano
- Barrios multifuncionales
- Diversidad
- Alta concentración
de personas
Movilidad
- Medios de transporte disponibles
- Tiempos de desplazamiento
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