Doña Rocío Molina (76 años), doña Hercilia Gallego (72 años) y doña Mercelena Montoya (85 años) encontraron en Acalis la mejor opción para mejorar su calidad de vida.

“Desde que llegué aquí, me cambió la vida, llevo casi un año y estoy feliz” dice la señora Rocío cuando habla de cómo este centro para el adulto mayor, mejoró su vida.

Doña Rocío enviudó hace cuatro años, pese a sus dos hijos, se sentía triste, deprimida y vivía muy sola. Decidió poner en venta su casa y buscar un hogar para adultos mayores, después de mucho buscar, encontró en Acalis su rincón en el mundo, hizo nuevas amigas, baila, se disfraza y dice: “Yo estoy en mi casa, aquí hago lo que yo quiero, pasamos delicioso porque tenemos una barrita de seis amigos, entonces pasamos muy rico”.

Acalis es una empresa de base europea que tiene sus instalaciones principales en Santiago de Chile y se dedican al cuidado integral de los adultos mayores. Se trata de un complejo residencial expresamente diseñado y dotado para este grupo poblacional, al que se le brindan servicios de cuidado especializado que incluye acompañamiento de enfermería 24/7, nutrición especializada, terapia física y terapia cognitiva.

habitaciones modelo Acalis
Habitaciones en Acalis

En 2019 gracias al tamaño de mercado de la región (600.000 clientes potenciales en Antioquia), a la oferta de servicios de salud para este segmento, al clima, a la amabilidad y vocación de servicio de la gente y a la calidad de vida, decidieron instalarse en Medellín con una operación inicial de 122 habitaciones en el barrio El Poblado y una inversión de USD 21 millones.

Actualmente Acalis genera 40 empleos directos, que esperan aumentar a 100 con una ocupación completa. Justamente otra de las razones por las que escogieron llegar a Medellín es el talento humano con alto nivel en servicios de salud y medio-alto en lo que los servicios de hotelería. Su llegada a Colombia contó con el apoyo de Procolombia y la ACI Medellín, en cuanto a la información sectorial regional y el relacionamiento local que facilitó su asentamiento en la ciudad.

 

“Estaba cansada de ser ama de casa. Llevaba 60 años viviendo muy bien, pero las responsabilidades del hogar me agotaron, me vine para Acalis, donde francamente me contemplan, como muy bien, me visitan mis hijos, este es un descanso delicioso para mi”

Señora Mercelena Montoya (85 años)

De esta forma, vemos como la inversión extranjera puede cambiar las vidas de los ciudadanos, en este caso de los adultos mayores, en otros es la posibilidad de generar empleo de calidad y más oportunidades para todos.

 

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